Cómo las empresas están redescubriendo que la verdadera rentabilidad comienza con valores sólidos y propósito compartido.
En la nueva economía, la gobernanza deja de ser un marco técnico para convertirse en un acto de conciencia.
La base de toda buena gobernanza es la ética, y con la ética llega el propósito.
El propósito, a su vez, determina quiénes somos, a quiénes atraemos y cómo generamos prosperidad colectiva.
Como consejeras y consejeros, tenemos la responsabilidad de entender la cultura de la empresa que guiamos, porque solo al comprender su esencia podemos ayudarla a evolucionar de manera sostenible, equilibrando riesgos y oportunidades.
La mirada del consejero: entre riesgos y oportunidades
El rol del consejo no es reaccionar ante la incertidumbre, sino anticiparse a ella.
Nuestra mirada debe estar siempre en los riesgos y oportunidades, sabiendo que, muchas veces, un riesgo está disfrazado de oportunidad.
Por eso, el primer paso es realizar un diagnóstico integral: identificar riesgos, mapear oportunidades y, a partir de ahí, evaluar la salud ética, cultural y estratégica de la empresa.
Las compañías que han integrado los principios ESG (Environmental, Social & Governance) han demostrado mayor rentabilidad, resiliencia y menor exposición al riesgo.
¿Qué es ESG y por qué es clave para el futuro empresarial?
ESG son las siglas de Environmental, Social and Governance, un marco que mide el desempeño de una empresa más allá de lo financiero:
• Environmental (Ambiental): compromiso con el planeta, reducción de emisiones, innovación sostenible y economía circular.
• Social: responsabilidad hacia las personas y comunidades, inclusión, equidad y bienestar.
• Governance (Gobernanza): liderazgo ético, transparencia y rendición de cuentas.
Según el World Economic Forum, las empresas con estrategias ESG consolidadas generan 3.2 veces más retorno sostenible y atraen al 85 % del talento joven, que prioriza trabajar en organizaciones con propósito social.
Pilar Social: donde el propósito se convierte en acción
El pilar social del ESG refleja el alma de la organización. No se trata solo de políticas, sino de coherencia.
Comprende cuatro elementos esenciales:
1️⃣ Propósito: une la estrategia con la razón de ser de la empresa.
2️⃣ Inclusión: valora la diversidad en todos los niveles, impulsando equipos plurales e innovadores.
3️⃣ Equidad: garantiza oportunidades justas y reconocimiento por mérito.
4️⃣ Bienestar: prioriza la salud física y mental, construyendo entornos humanos y sostenibles.
Como consejeros, debemos revisar qué tipo de prácticas sociales se implementan realmente y cómo se traducen en bienestar y retención del talento.
Ejemplos de empresas que viven el ESG
Patagonia es un referente del capitalismo consciente: destina el 1 % de sus ventas a causas ambientales y canaliza sus ganancias hacia la conservación del planeta. Su filosofía es clara: “Construir el mejor producto sin causar daño innecesario.”
Salesforce, por su parte, demuestra que la innovación tecnológica puede coexistir con la inclusión social.
Implementa políticas de equidad de género reconocidas globalmente y su modelo 1-1-1 devuelve el 1 % de su tiempo, productos y recursos a causas benéficas.
Ambas compañías prueban que es posible generar ganancias y bienestar al mismo tiempo.
Gobernanza: ética, transparencia y confianza
La gobernanza moderna va más allá del cumplimiento: se basa en la ética como brújula, la transparencia como lenguaje y la confianza como resultado.
Un consejo ético toma decisiones claras, documentadas y honestas, entendiendo que su deber no es proteger intereses individuales, sino garantizar la prosperidad colectiva.
Antes, la ética se miraba cuando una acción afectaba a un socio; hoy, debemos mirar el impacto en toda la comunidad empresarial y social.
Del capitalismo tradicional al capitalismo consciente
El capitalismo consciente reconoce que las empresas no existen solo para generar utilidades, sino para crear valor compartido.
Busca armonizar los intereses económicos con el bienestar de empleados, clientes, proveedores y comunidades.
La verdadera prosperidad ocurre cuando las compañías producen ganancias con visión sostenible y devuelven parte de su prosperidad a la sociedad.
El rol del consejero en la nueva economía
Ser consejera o consejero hoy implica liderar desde la conciencia.
Somos líderes transformadores, promotores de sostenibilidad y guardianes éticos.
Nuestro compromiso es proponer una visión sostenible, ética y socialmente responsable, tomando decisiones proactivas, no solo orientadas al lucro, sino al impacto positivo.
Integrar el ESG en la operación diaria requiere cuatro pasos esenciales:
1️⃣ Identificar oportunidades
2️⃣ Implementar cambios
3️⃣ Medir el impacto — todo lo que no se mide, no mejora
4️⃣ Mejorar continuamente
Conclusión
El futuro de las empresas no depende solo de sus productos, sino de sus principios.
La ética da origen al propósito, el propósito define la cultura y la cultura sostiene la sostenibilidad.
Como consejeras y consejeros, nuestra tarea es clara: mirar con visión sostenible, decidir con ética y liderar con propósito.
📚 Este artículo está basado en la sesión impartida por Catarina Pohl dentro del programa de certificación de @BoardAcademy, donde reflexionamos sobre ESG, el capitalismo consciente y el rol del consejero en la nueva economía.