¿Qué es la felicidad?
¿Qué crees que es la felicidad? Esta es una pregunta que todos nos hemos hecho en algún momento de nuestras vidas. Basándonos en el libro “La Hipótesis de la Felicidad” de Jonathan Haidt, exploramos cómo las interpretaciones de los acontecimientos del mundo influyen en nuestra percepción de la felicidad.
La percepción es la realidad
Sabías que la manera en que nos afectan los acontecimientos depende de las interpretaciones que hacemos de ellos? No hay una realidad objetiva, solo percepciones. En muchas ocasiones, lo negativo tiene un impacto más fuerte que lo positivo. Nuestras mentes están diseñadas para reaccionar ante amenazas con mayor rapidez y fuerza que ante oportunidades y placeres.
El realismo pueril
Emily Pronin de la Universidad de Princeton y Lee Ross de la Universidad de Stanford desarrollaron el concepto de realismo pueril. Este concepto sugiere que creemos ver el mundo tal como es y que aquellos que no comparten nuestra visión están mal informados o cegados por sus intereses.
La búsqueda de la felicidad
Si te preguntas cuál es tu objetivo en la vida, probablemente llegues a la conclusión de que deseas ser feliz. Sin embargo, muchas personas creen que la felicidad se alcanzará al lograr ciertos objetivos, lo cual, según investigaciones, no proporciona una felicidad duradera.
La felicidad viene del interior
Tanto Buda como Epicteto propusieron que la felicidad procede del interior y no se puede encontrar conformando el mundo a nuestros deseos. La búsqueda de felicidad a través de bienes externos suele ser un esfuerzo en vano. La verdadera felicidad se encuentra al cultivar una actitud de aceptación y romper las ataduras a cosas externas.
La fórmula de la felicidad
Haidt sugiere que la fórmula de la felicidad es:
H = S + C + V
- Happiness (H): Felicidad
- Biological Set Point (S): Línea de base biológica influenciada por los genes
- Conditions of Life (C): Condiciones de vida que pueden incluir aspectos modificables como el estado civil o el lugar de residencia
- Voluntary Activities (V): Actividades voluntarias como meditación, ejercicio y aprendizaje de nuevas habilidades
La felicidad duradera no proviene de logros externos, sino de nuestro estado mental y cómo apreciamos la vida. Al centrar nuestra atención en actividades voluntarias y modificar nuestras condiciones de vida, podemos aumentar nuestra felicidad y evitar los efectos de la adaptación.